Harun Mehmedinovic y Gavin Heffernan tienen esta curiosa peliculita rodada sorprendentemente con permiso en un paraje único. Forma parte de la serie de fotografías y películas del Proyecto Skyglow acerca de los cielos nocturnos y los efectos de la contaminación lumínica de las ciudades y carreteras. Como parte de este proyecto hacen fotografías, ruedan películas y time-lapses y a veces consiguen pequeñas maravillas como esta, que han titulado –muy apropiadamente– HAARP boreal.
Se trata ni más ni menos que de unas tomas con la técnica de time-lapse en un lugar perdido de Alaska, más concretamente en las instalaciones del Programa HAARP (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia). Como algunos sabrán se trata de un recinto vallado donde hay 180 peculiares y enormes antenas con las que se estudian las propiedades de la ionosfera, así como radiotransmisores con los que se analizan sus propiedades electromagnéticas.
Todo esto, que suena muy a «rayo de la muerte» de Tesla fue construido y comenzó a funcionar allá por 1993, aunque por sus características «secretas y misteriosas» ha dado lugar todo tipo de teorías conspiranoicas a cual más rara; de hecho esta se considera una de las mejores. Dado que también se emplea para analizar lanzamientos de misiles y que sus efectos pueden observarse en las frecuencias VHF y UHF.
Durante el rodaje de las escenas nocturnas –al parecer los técnicos de Skyglow han sido los primeros en obtener permiso para rodar en las instalaciones del HAARP de noche– tuvieron la suerte de disfrutar de lo que denominan «noche de calidad Clase 1» y de que les apareciera una aurora boreal, con un resultado bastante espectacular. Dicen que se pasaron la noche rodando a -34°C, con unas Canon 5D Mark IV, pero tras el montaje del time-lapse queda claro que sin duda mereció la pena.