Por @Wicho — 31 de mayo de 2018

A mediados del siglo XXI la humanidad dispone de la tecnología necesaria para viajar a las estrellas. Y como la Tierra está cada vez más perjudicada emprende la colonización de un planeta en órbita alrededor de Alfa Centauri (ya, ya). La familia Robinson consigue plaza en el grupo número 24 de colonos pero durante su viaje se lía parda y ellos y el resto de colonos de su grupo se ven obligados a abandonar la nave nodriza Resolute a bordo del Jupiter 2.

Aterrizan en un planeta desconocido en un lugar desconocido que –oh, casualidad– parece razonablemente habitable, aunque el aterrizaje de emergencia y la propia naturaleza del planeta los meterá desde el momento cero en una lucha por la supervivencia que es la trama principal de la temporada, aunque esta trama está aderezada con otros dos arcos argumentales que dan al menos para una segunda temporada, que de hecho acaba de ser anunciada.

La serie de Netflix es un remake –o más bien una actualización– de la serie de los 60 que no sólo le gana en medios técnicos sino también en tener una estructura argumental, no como en la original que era básicamente una serie de esas del «alienígena de la semana».

No es la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos, pero es entretenida y se deja ver si no te paras mucho a pensar en las posibilidades de que acaben al azar en un planeta habitable o en cosas como que una nave nodriza como el Resolute parezca tener una sola antena de comunicaciones y otros detalles por el estilo. A ver con qué nos sorprenden en la segunda temporada.

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