Man on Wire. Dirigido por James Marsh. 2008.
Este curioso y apasionante documental narra una de las «hazañas» del funambulista francés Philippe Petit, calificada como «uno de los mayores crímenes artísticos de la historia de la humanidad». Allá por 1974, Petit cruzó por un cable los 60 metros que separaban las Torres Gemelas del World Trade Center. No estando autorizado, el «espectáculo» en el que el artista se jugó la vida conllevaba ser detenido por la policía como mal menor; otro problema era realizar todo el montaje y colarse en las torres sin autorización. El reto consistía en cruzar sobre el cable, suspendido a más de 100 pisos y 400 metros de altura, bajo el azote de fuertes e imprevisibles vientos, con la sola ayuda de una pértiga de funambulista.
La historia está excelentemente narrada, con imágenes originales de la época combinadas con otras de «dramatización» y entrevistas a los protagonistas 30 años después. La hazaña requirió seis años de preparación, como si se tratara del robo de un banco: estudio sobre el terreno sobre la seguridad de las torres (que acababan de ser construidas), cómo entrar, ocultar y subir todo el equipo, especialmente el cable metálico de más de 200 kilos, cómo lanzarlo de una torre a otra, anclarlo y asegurarlo... Petit contó con un montón de amigos y ayudantes en la preparación de la hazaña y el asunto estuvo no exento de problemas que en varias ocasiones pareció que darían al traste con el proyecto.
El documental acerca al espectador a un mundo extraño pero apasionante en el que el protagonista se siente desde joven impelido a llevar a cabo la mayor hazaña imaginable en su especialidad, aun sabiendo del peligro que corría. Es toda una inspiración y muestra de hasta dónde puede llegar el espíritu humano cuando se lo propone. Aquí puede verse el trailer con algunos momentos del documental:
Man on Wire ganó el premio tanto del jurado como del público al mejor documental de 2008