Misfits, creada por Howard Ovrman. Dirigida por Tom Gren y Tom harper. Con Iwan Rheon, Robert Sheehan, Lauren Socha, Nathan Stewart-Jarrett y Antonia Thomas. E4.
Cinco jóvenes condenados a realizar servicios sociales por distintos motivos están trabajando un día cuando se desata una extraña tormenta con un impresionante aparato eléctrico y durante la que además caen enormes bloques de hielo.
Aunque intentan ponerse a salvo en el centro cívico, un rayo los alcanza mientras el trabajador social que los supervisa intenta abrir la puerta.
Sorprendentemente, todos parecen resultar ilesos, aunque pronto descubrirán asombrados que cada uno de ellos ha adquirido un poder sobrenatural, como el poder volverse invisible o la telepatía.
Hasta aquí tenemos una premisa similar a la de Heroes, que tan bien empezó pero que acabó como el rosario de la aurora, pero en lo que se diferencia Misfits de esta -y de muchas otras- es en que los protagonistas se apartan mucho del maniqueísmo buenos/malos habitual y no dejan de comportarse como la serie de inadaptados que son, que si ya no sabían lo que hacer con sus vidas, mucho menos con sus superpoderes.
Además, hay montones de palabrotas y mucho sexo bastante explícito, algo que ni por asomo habríamos visto en Heroes (y del acento de Kelly, si la vas a ver en inglés, mejor ni hablamos).
La primera temporada, de seis capítulos, sirve poco más que para conocer a los personajes y para que estos se vean envueltos en un tremendo follón que les obligará a colaborar unos con otros aunque la empatía y el trabajar en grupo no sea precisamente uno de sus fuertes.
Pero es lo suficientemente interesante como para que me apetezca ver la segunda temporada, ya filmada y que será estrenada antes de finales de año.
