Esta pieza de H1 Films comenzó como unas sencillas pruebas de procesamiento de imágenes digitales sin más, pero acabó en forma de simpático cortometraje a lo Black Mirror en el que los productos de los anuncios y los muñecos y personajes de ficción que nos rodean cobran vida gracias al los avances en genética y tecnología.
El resultado de tamaño despropósito y de experimentos de científicos locos no se hace esperar, y lo que comienzan siendo «simpáticos y adorables muñequitos» se tornan en peligrosos invasores de las calles; como en la Rebelión de los simios pero a lo genómico.
Además del punto gracioso y de la escena que recuerda a la del Muñequito de los Malvaviscos de Cazafantasmas tiene algunos puntos técnicos interesantes.