Por @Wicho — 22 de marzo de 2006

A veces en una serie de televisión, aunque también puede suceder en películas con varias partes, un personaje desaparece sin que estuviera realmente previsto, bien por algún tipo de desacuerdo contractual con el actor, por la escasa popularidad del personaje, porque al actor o actriz que lo interpreta le surja otro proyecto y decide abandonar la serie, porque se muere en el MundoReal™, etc.

Normalmente esto es justificado por los guionistas de alguna forma con una mudanza, un cambio de empleo, la muerte del propio personaje, una abducción, o cualquier otra explicación más o menos razonable… pero sin embargo, a veces sucede que esa desaparición no sólo no es explicada de ningún modo.

Casos como este serían el de el profesor Victor Bergman en Espacio: 1999, que desaparece sin más entre la primera y segunda temporadas, Na'Toh, la ayudante de G'Kar en Babylon 5 que también desaparece sin más, o, ya en España, Tina, uno de los personajes de El Comisario que desapareció, volvió a aparecer y de nuevo desapareció sin más explicación.

En el cine, por ejemplo, está el caso de Dominique Dunne, quien daba vida a Dana, la hermana mayor de la protagonista de Poltergeist, que fue asesinada el el MundoReal™, con lo que ni en Poltergeist II ni Poltergeist III se la menciona.

Lo que no sabía es que hay un término para referirse a estas desapariciones sin explicar, el «síndrome de Chuck Cunningham», nombre del mayor de los tres hijos de la pareja protagonista de Happy Days.

Chuck dejó de aparecer al principio de la segunda temporada de la serie con la disculpa de que se iba a la universidad, y no sólo no se volvió a hablar de él nunca más, sino que a partir de su desaparición cuando se hablaba del tema en la serie se decía que los Cunningham tenían dos hijos

Esto mismo pasó con Judy, la pequeña de los tres hijos de los Winslow en la serie Cosas de Casa (la de Steve «¿He sido yo?» Urkell), quien en el capítulo final de la cuarta temporada sube a su habitación y nunca más se la vuelve a ver y tan siquiera mencionar; de hecho en capítulos posteriores se dice que los Winslow tienen dos hijos.

Por cierto, Happy Days es también el origen de otra expresión bastante conocida, «saltar el tiburón» (jumping the shark), que se refiere al momento a partir del que una serie de televisión va cuesta abajo, aunque también se aplica a películas, cómics, música y otros muchos elementos de la cultura popular.

En el caso de Happy Days se refiere en concreto a un capítulo en el que Fonzie, uno de los personajes, salta literalmente sobre un tiburón mientras practica esquí acuático; en Jump The Shark hay recogidas opiniones de todos los gustos sobre cuando montones de programas de televisión «saltaron al tiburón».

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