Por @Alvy — 10 de julio de 2015

Terminator Génesis

Me había mentalizado para recibir una patada en el estómago y tragarme una patata integral al ir a ver Terminator Génesis pero nada más alejado de la realidad: una película tan difícil de plantear como de resolver y resulta que va, entretiene y funciona. Dinero palomitero bien empleado.

Dicen que James Cameron, creador de la saga, aborrecía tanto la tercera y cuarta parte (¡puaj!) que tan solo reconoce Génesis como la tercera entrega de la serie. Y si tiene su bendición será por algo.

Lo cierto es que Génesis (que en el original es Genisys , matiz importante) continúa muy bien la historia de los terminators, Sarah Connors (Emilia «madre de dragones» Clarke) y los creciditos John Connor y Kyle Reese. Aunque aquí lo de las edades es muy relativo por razones obvias.

Como es de suponer, en una de las más populares historias de viajes en el tiempo las ideas y venidas son constantes; de hecho dicen haberse inspirado en parte en Regreso al Futuro II, y aquí los futuros alternativos y en parte paradójicos están a la orden del día. Pero el papel del «abuelo» Schwarzenegger es tan adecuado como entrañable y divertido a la vez; de hecho también está basado en una idea de James Cameron.

Terminator Génesis

Los efectos especiales están muy bien conseguidos y aunque se han utilizado profusamente para algunas escenas que replican las originales de 1984 - con el amigo Arnold todo cachas con 30 años menos- no se pasan de rosca: es difícil saber en cuáles hay dobles, caras sobreimpresas o labores de maquillaje. Lo mismo para las carreras, peleas y efectos del T-800, el T-1000, el T-101 y todos los modelos de terminator que buscan insaciablemente acabar con los protagonistas para dejar que Skynet domine el mundo (irónicamente, debería llevar 18 años dominando el mundo... ¡Oh, Wait!).

Dicen que vaya bien o mal habrá más Terminators, debido a una extraña batalla que hay entre los propietarios de los derechos (para el montaje de esta cuarta no permitieron usar ni un trozo de la película original, hubo que rodarlo de nuevo). James Cameron además se está preparando para recuperar su pasta en 2019 cuando se le transfieran los derechos de las películas. Así que le queda cuerda para rato.

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