Children of Earth. Escrita por Russell T Davies, John Fay y James Moran. Dirigida por Euros Lyn.
Un día a primera hora de la mañana en el Reino Unido todos los niños se quedan quietos de repente, sin hacer caso a nada ni a nadie durante unos instantes. Pronto se descubre además que en realidad han sido todos los niños del mundo los que se han quedado quietos en el mismo instante, y unas horas después no sólo se repite el fenómeno sino que además empiezan a hablar todos a la vez en inglés.
Al mismo tiempo, el gobierno británico recibe una comunicación de una especie alienígena conocida como los 456 en la que indican que vuelven a la Tierra 45 años después de su primera visita, visita durante la que se alcanzó un acuerdo con ellos que ahora se intentará mantener en secreto a toda costa, incluso a costa de eliminar a aquellos que saben algo del tema.
Pero en realidad este será el menor de los problemas de los políticos porque en cuanto llega el embajador de los 456 a la Tierra un par de días después y les comunica sus intenciones verán que se enfrentan a la necesidad de tomar una decisión entre dos alternativas terribles, una de las cuales supondría la aniquilación física de la humanidad mientras que la otra supondría «sólo» su aniquilación moral.
Esta mini-serie de cinco capítulos es en realidad la tercera temporada de Torchwood, y aunque no había visto más que algún trozo suelto de algún capítulo sin que me llamaran especialmente la atención, me decidí a ver esta al ver que Pedro Jorge la incluía como la segunda de sus series de 2009 (ojo que su reseña es un poco más spoileadora que esta).
Y la verdad es que he de darle la razón, porque no sólo se trata de una temporada en la que los «buenos» no tienen todas las respuestas y en la que sus planes no siempre funcionan sino que plantea dilemas morales al obligarlos a escoger entre varias soluciones malas, algunas peores que otras según el criterio que escojas.
La ciencia ficción que hace pensar es siempre bienvenida.