El sable láser que Luke recibe de Obi Wan en el Star Wars: Una nueva esperanza era en realidad el compartimento para las pilas de un flash fotográfico Graflex de los años de 1940.
Este tipo de flashes, con o sin cámara, han visto cómo sus precios se disparaban en los últimos años por este motivo. Actualmente pueden costar cientos e incluso miles de dólares para horror de los coleccionistas y anticuarios, ya que su destino es la construcción de réplicas del sable de Luke.
El equipo de atrezzo construyó el sable original por unos 15 dólares y años después se convirtió en uno de los objetos cinematográficos más cotizados de la historia: se vendió en 2012 al museo de Seattle de la cultura pop por 250.000 dólares.
El sable láser de Obi Wan era un conducto hidráulico de un motor a reacción Rolls-Royce.
Vía BoingBoing.