Por @Wicho — 3 de enero de 2008

Whisky Romeo Zulu. 4 estrellas: Muy buena Enrique Piñeyro. Aquafilms, 2004. Página oficial de la película.

Fotograma de Whisky Romeo Zulu © Aquafilms 2004

El 31 de agosto de 1999 el Boeing 737-204C con matrícula LV-WRZ (Whisky Romeo Zulu en el alfabéto fonético aeronáutico) que realizaba el vuelo LAPA 3142 con destino Córdoba (Argentina) se salía por el final de la pista del Aeroparque Jorge Newberry de Buenos Aires al no conseguir despegar ni abortar el despegue a tiempo.

La velocidad que llevaba el avión hizo que no solo se saliera de la pista, sino que además se llevó por delante una de las radioayudas del aeropuerto, atravesó a continuación las vallas del perímetro de este y una avenida, arrollando un coche en el proceso, para terminar empotrado en un terraplén en el que para más inri había una caseta de distribución de gas que el avión destrozó, lo que agravó el incendio que se produjo a continuación.

El accidente se saldó con la muerte de 63 de los 100 ocupantes del avión, incluidos los pilotos, y la de dos personas en tierra, 34 heridos, 17 de ellos graves, y con la completa destrucción del avión involucrado.

La investigación posterior determinó que la causa última del accidente fue que ni el comandante ni el primer oficial colocaron los flaps en posición de despegue, con lo que era imposible que el avión despegara con la longitud de pista disponible ni a la velocidad calculada por ellos.

LV-WRZ el 6 de mayo de 1998 por Remi Dallot
El avión siniestrado fotografiado el 6 de mayo de 1998 por Remi Dallot en el Aeroparque Jorge Newbery

Además, ninguno de los dos fue capaz de identificar el significado de la alarma que empezó a sonar en la cabina en cuanto comenzaron la carrera de despegue, con lo que no tomaron las medidas oportunas, y así, para cuando el comandante decidió abortar el despegue el avión iba ya a tal velocidad que era imposible detenerlo en el tramo de pista que quedaba, pues de hecho ya había superado V2, la velocidad a la que el avión tendría que haber despegado de haber estado bien configurado.

De todos modos, en el proceso judicial que se abrió a continuación y que todavía no ha terminado, y a la vista de lo que se fue descubriendo, la acusación decidió procesar a distintos ejecutivos de la empresa y altos mandos de las Fuerzas Aéreas, que son responsables de la aviación civil en Argentina, ya que quedó claro que ese error de los pilotos no fue más que la gota que colmó el vaso de toda una serie de malas prácticas e irregularidades cometidas por parte de LAPA frente a las que las Fuerzas Aéreas hacían la vista gorda con tal de mantener los aviones en vuelo, y es que ya se sabe que un avión en tierra no gana dinero.

En esta película, basada en los hechos reales recién descritos y en gran medida de carácter autobiográfico, Enrique Piñeyro cuenta y protagoniza la historia de T, un niño que decide ser piloto a pesar de que a su padre eso no le hace mucha ilusión, y de como tras varios años volando para LAPA T empieza a ver con preocupación como se despachan aviones que no cumplen con la MEL (lista de equipamiento mínimo que debe funcionar para poder realizar un vuelo) y/o con averías de las que no se avisa a los pilotos, como pilotos que no superan los cursos de refresco son mantenidos en servicio en virtud de no se sabe muy qué tipo de criterios por parte del departamento de recursos humanos y del jefe de pilotos, etc.

Sucesivos informes presentados por T, cada vez más críticos con la actuación de los responsables de la compañía, no servirán más que para que la dirección los tenga cada vez más enfilado hasta que por fin un informe en el que asegura que ya no es cuestión de si sino de cuando un avión de LAPA va a tener un accidente con muertos le acaba costando primero su licencia como piloto y luego su puesto cuando decide renunciar a él, poco tiempo antes de que en efecto se produzca el accidente del vuelo 3142.

La película trata también del inicio del proceso judicial contra los responsables de la compañía y de las Fuerzas Aéreas y de las amenazas que recibieron los encargados de llevarlo a cabo, aunque dado que el proceso, como decía antes, todavía está abierto, y la película es de 2004, el resultado final obviamente no aparece reflejado en ella.

En resumen, película definitivamente recomendable para cualquier «aerotrastornado» y lo suficientemente interesante como para que cualquier otra persona pueda disfrutarla.

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