Por @Alvy — 9 de marzo de 2018

Visto y no visto. Tal y como explican Ben Katz y Jared en The Rubik’s Contraption el tiempo comienza a contar cuando se pulsa la tecla de arranque hasta que el cubo se detiene cuando está completamente resuelto.

Es imposible verlo moverse en esas cuatro décimas de segundo, difícil verlo a velocidad ×0,25 y tan solo cuando se graba a velocidad ×0,03 (unas ~30 veces más rápido de lo normal, ~750 fps). De esos 0,380 segundos de récord 0,335 se emplean en los movimientos del cubo, el resto en tomar las imágenes, reconocer los colores y calcular los movimientos. Pero dicen que cada movimiento tan solo requiere en realidad 10 ms, que la máquina ejecuta en 15 ms, así que raspando un poco creen que pueden rebajar otros 100 ms (una décima).

El récord hasta el momento estaba en 0,637 segundos (y hasta hace poco era raro bajar de un segundo y la mayoría de los robots requerían más de dos segundos.)

El cubo es un YJ Yulong de los baratos, de esquinas recortadas y con los colores modificados, pero perfectamente válido para una competición oficial. Los servos son Kollmorgen y para obtener las imágenes sobre la posición inicial del cubo se emplean 2 cámaras PlayStation Eye. También hay unos sensores para asegurar que los movimientos de las caras se realizan con precisión total.

El algoritmo de resolución es el min2phase, que proporciona un camino a la solución normalmente entre 19 y 23 movimientos. En el récord dicen que hubo que hacer 21 movimientos; se sabe que el máximo teórico es 20 movimientos así que ahí también hay margen para rascar más tiempo.

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