Las ciencias robóticas avanzan que es una barbaridad y en esta ocasión los científicos locos de la Universidad de Tokio han inventado unos brazos robóticos capaces de pelar plátanos sin destruirlos en el proceso. Al parecer manejar materiales delicados, en este caso una fruta blandita, es algo fuera del alcance de muchos ingenios robóticos por la dificultad de calibrar la fuerza con la que deben sujetar, oprimir y desgarrar los materiales.
Eso sí, el invento aun siendo un aparente avance tecnológico no es todavía gran cosa que digamos: tarda 3 minutos en pelar un plátano y sólo lo hace bien seis de cada diez veces; el resto de ocasiones el plátano acaba convertido en papilla. Dicen que al menos han podido entender cómo es el proceso de «aprendizaje de imitación», reduciendo a 13 horas de entrenamiento en pelado de plátanos, que de otro modo serían miles de horas de cálculos de GPUs.
Desde la humildad y el desconocimiento también habría que hacerles notar que están pelando los plátanos de la forma equivocada, porque en vez de empezar por la parte dura y puntiaguda es sabido que es mucho más fácil pelar los plátanos abriéndolos por el otro lado. Esto algo que a veces se atribuye a los monos –que se supone saben mucho más de comer plátanos que los humanos– pero otro grupo de expertos dice que en realidad los monos en libertad tampoco comen tantos plátanos cuando están en su hábitat natural y si lo hacen simplemente se ponen a masticarlos con piel y todo.
Bonus: la historia parabólica de los monos y los plátanos, siempre apropiada.