Por @Alvy — 17 de mayo de 2017

Aquí el que no corre, vuela. Literalmente. Porque en esta ocasión el brazo robótico ALIAS –del que ya habíamos leído algunas proezas el año pasado como pilotar una avioneta Cessna y un pequeño jet privado– ha conseguido pilotar con éxito un 737. Aunque no exactamente: se trataba de un simulador de Boeing 737-800NG que es probablemente lo más parecido a pilotar un 737 «de verdad» que puede haber en la actualidad – donde entrenan los pilotos humanos y con lo que te dan la licencia de piloto. Por algo se empieza.

La forma de hacerlo puede sonar extraña pero funciona: el brazo robótico maneja los motores y los mandos principales, mientras su cámara vigilan los indicadores y lucecitas de los paneles y los procesan tras interpretar los valores.

Lo mejor es que no solo voló el Boeing como un auténtico piloto: también consiguió hacerlo aterrizar de forma autónoma.

Así que si todo eso se puede hacer con un brazo enchufable que puede guardarse en una maleta grande y el software adecuado, solo nos queda preguntarnos: ¿qué brillante futuro podemos esperar de los pilotos automáticos en el futuro?

PilotoAutomatico AterrizaComoPuedas

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