Los rovables son pequeños robots que «habitan en tus prendas de vestir», a modo de tecnología wearable autónoma y capaz de moverse de forma independiente por la ropa que se lleva puesta, según NewScientist.
Desarrollados por el MIT y la universidad de Stanford, los pequeños robots (todavía algo toscos y aparatosos) se mueven libremente por las prendas de ropa enganchándose a los tejidos con ruedas magnéticas. Tienen una autonomía de 45 minutos y (ahora mismo) su utilidad práctica es ninguna.
Pero el futuro los rovables serán mucho más pequeños (del tamaño de una uña meñique), serán imperceptibles y tendrán numerosas aplicaciones prácticas: servirán como sensores para monitorizar el cuerpo humano (por ejemplo, el ritmo cardíaco) y el medio ambiente (la calidad del aire o la presencia de partículas causantes de asma o alergia); y también cumplirán funciones decorativas, como elementos para la interacción y relación con otros dispositivos, para notificar llamadas o mensajes. O como meras mascotas.
Cuando el usuario se suba a la bicicleta «los rovables buscarán el mejor lugar en el que colocarse para servir como luces e indicadores —dicen los desarrolladores. Son tantas las posibilidades que probablemente todavía ni sabemos cuáles.»