Aunque se le ve todavía un tanto lento, torpe e inseguro, este brazo robótico bombero del que da cuenta Spectrum sirve para apagar fuegos a distancia protegiendo a los bomberos humanos. Visto de otro modo se podría llamar también «manguera automática» porque es básicamente eso: una manguera que se mueve sola – y por lo que se ve su autonomía todavía está limitada.
Aunque parece complicado no lo es tanto, cuentan sus creadores. Los robots son especialmente buenos en ajustar la potencia de los sistemas que generan movimiento gracias a todo tipo de sensores, giróscopos en este caso. El brazo simplemente regula la potencia de cada chorro buscando conseguir el equilibrio.
Luego está la tarea más complicada de encontrar e identificar el fuego, situarse a la distancia apropiada, evitar obstáculos… Algo en lo que este prototipo de unos dos metros de longitud todavía no es muy hábil, pero que es cuestión de programación. Por lo menos el concepto funciona.