Este «robot educativo» del mítico fabricante japonés Tamiya con aspecto de ciempiés tiene patas flexibles y gomosas y se monta uniendo diversos módulos junto a un núcleo central donde va la unidad motora y la electrónica. De ese modo dicen que puede «negociar obstáculos» de forma más eficiente.
Técnicamente será interesante, pero a mi me parece más bien un bicho asqueroso y repelente, digno de película de terror. Como para encontrártelo en algún rincón de casa, vamos.
En fin, no sé si erá por la quilopodofobia (fobia a los ciempiés y escolopendras) que tenemos muchos seres humanos pero el caso es que resulta bastante inquietante, sobre todo cuando se ve moviéndose por ahí como tanteando el terreno. ¡Puaj! Me quedo con los de Boston Dynamics, que esos al menos producen acongoje pero con razón.