Como en el chiste del meme, este robot que no hace nada es una unidad Spot –de las que hemos hablado por aquí más de una vez– diseñada «un poco para todo». En este caso pasea por el parque Bishan-Ang Mo Kio de Singapur, recordando a la gente la importancia de mantener la «distancia social» mediante un mensaje grabado que suena desde el altavoz que lleva incorporado.
Eso sí: no hace nada de nada más allá de eso y de servir de recordatorio de un futuro distópico al estilo Black Mirror. Aunque lleva cámaras incorporadas con las que reconoce el entorno y puede estimar cuánta gente hay en el parque, no hace nada más con ellas: no reconoce rostros, ni personas concretas, ni mide las distancias (ni ataca, ni pone multas).
Como los sentimientos que siembra entre la gente van desde el acongoje a la sorpresa, y para evitar que pueda suceder cualquier tipo de desmadre, el perro-robot va siempre acompañado de un operador que se mantiene cerca y alerta. De modo que, si lo piensas, la cosa no es precisamente el futuro sino más bien un mero experimento porque para ese viaje y dar unas voces con altavoz no hacían falta tantas alforjas robóticas.
(Vía The Strait Times.)