Este robot desarrollado por el CSAIL (Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory) del MIT es un prototipo primigenio de un sistema que permite a un humano supervisar o corregir a un robot mediante las ondas cerebrales,
Imagina poder encargarle a un robot que realice determinada tarea sin necesidad de teclear un comando, sin pulsar un botón y sin tener que decir ni una sola palabra”, dice Daniela Rus, directora del CSAIL. “Esa comunicación humano-máquina mejoraría nuestra capacidad para supervisar a los robots, los vehículos sin conductor y otras tecnologías que todavía están por inventar.”
Realizando una lectura de la actividad cerebral a través de un electroencefalograma el sistema detecta si un humano se percata cuando el robot Baxter está cometiendo un error al clasificar botes de pintura y bobinas de hilo eléctrico. En cuestión de milisegundos el robot recibe el “aviso” y corriege la tarea.
El electroencefalograma mide una señal cerebral que se genera cuando el cerebro percibe un error. Así que basta con que el humano se percate del error cometido por el robot para que se active el sistema: “Para supervisar al robot todo lo que hay que hacer es estar de acuerdo o no estar de acuerdo con lo que está haciendo”, explican en Brain-controlled robots.
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