En The Atlantic cuentan la rocambolesca historia que llevó a un juez estadounidense a autorizar una orden de registro para obligar a una mujer detenida a poner su dedo sobre el sensor de huellas de su iPhone para desbloquearlo en busca de pruebas:
Police Can Force You to Use Your Fingerprint to Unlock Your Phone – Se ha sabido que en 2014 un juez autorizó una «orden de registro» que incluía obligar de cualquier modo a desbloquear su móvil, incluyendo poner su dedo sobre el sensor. Se trataba de una investigación de una banda criminal; la mujer era novia de uno de sus presuntos miembros (…) El asunto además se tuvo que realizar a toda velocidad, porque como se sabe el sensor de huellas deja de funcionar a las 48 horas de haber sido usado por última vez; de hecho la policía consiguió la autorización en el tiempo récord de 45 minutos.
Hasta ahora se pensaba que este tipo de cosas quedaban protegidas por aquello del «derecho a no autoincriminarse» (en el teléfono podría haber contenido algo que se considerara como tal) pero por lo que parece los iPhone están fuera de esas consideraciones (!) Este podría ser el primer caso de un futuro un tanto distópico en el que ciertos derechos básicos se conculcan no se sabe muy bien con qué base.
Naturalmente hay que recordar que esto es solo aplicable a las leyes estadounidenses; en otros sitios la situación puede ser mejor si se respetan los derechos básicos… O peor, estilo «te saco la contraseña a hostias como que me llamo Jack Bauer». Quien piense que la decisión del juez es buena idea porque personalmente «no tiene nada que ocultar» que imagine que las cosas cambian y en el futuro está bajo el control de un gobierno y una policía tiránicas.
¡Ay! ¿Dónde quedaron aquellos trucos como usar MeHeSaltadoUnaSeñalDeTráfico como contraseña para no tener que revelarla alegando que te incriminaría? El futuro se parece mas al que predijo xkcd en una de sus tiras cómicas: