Microsoft, la Fundación Mozilla y Google, entre otros, se han puesto de acuerdo en incorporar una nueva función en sus navegadores web llamada «cabecera Do-Not-Track» (No-hacer-seguimiento), relacionada con la privacidad y el rastreo o seguimiento que los sitios web hacen de los usuarios. Esta función, que existe como plug-in/módulo e irá incorporada en las futuras versiones de Explorer 9, Firefox y Google Chrome actúa como «repelente» de las cookies o «galletas» de seguimiento que se emplean principalmente para seguir el rastro de los usuarios de unas webs a otras. Las agencias de publicidad y otros sitios utilizan habitualmente las cookies para identificar de manera única a los usuarios que navegan por distintos sitios web y ofrecerles publicidad personalizada.
La solución a la que se ha llegado es por un lado técnicamente simple y por otro políticamente complicada. Desde hace tiempo ha existido una propuesta de este estilo llamada DoNotTrack.us con pretensiones de convertirse en un estándar. Por otro, técnicamente es imposible obligar a los sitios web utilicen ciertos estándares o recomendaciones si no desean hacerlo. Lo más parecido en este caso serían las famosas listas Robinson con las que los consumidores intentan evitar la publicidad no-deseada a través del teléfono, el correo e Internet. La gente se apunta a las listas si prefiere no recibir publicidad, pero son las empresas de marketing las que deciden si utilizan estas listas como filtros o no antes de realizar sus envíos. En este caso los sitios web tendrán esa misma opción.
La Comisión Federal de Comunicaciones planteó hace tiempo unas recomendaciones para la industria respecto a cuál debía ser el comportamiento respecto a las preferencias de los consumidores y sus deseos de recibir publicidad personalizada o no. La cabecera «Do-Not-Track» no es más que una de las posibles soluciones que, si recibe el soporte de la industria, podría aplacar en cierto modo el voraz comportamiento de las empresas que realizan seguimientos detallados de millones y millones de usuarios de todo el mundo.
Entre los detalles tecnológicos de la nueva propuesta se incluye que es válida tanto para las «cookies» tradicionales de los navegadores como para las supercookies que se almacenan en módulos adicionales como Flash de Adobe. Algunas de estas técnicas hacen que, aunque los usuarios las borren, las «cookies» resurjan y sean prácticamente eternas, haciendo imposible lograr una verdadera privacidad. El nuevo sistema mantiene los deseos del usuario incluso aunque borre las cookies de su navegador en las preferencias.
Quienes opten por activar esta nueva función no serán «seguidos» por las agencias y empresas de publicidad y verán anuncios en Internet tales como banners y similares con un nulo grado de personalización, una experiencia ligeramente distinta a la actual, donde la frecuencia y contenido de los anuncios depende en gran medida del historial del usuario y de su comportamiento.
{Foto: Sublime WoW (CC) Lord James @ Flickr}