Imagen: MIT Technology Review.
Los robots de telecirugía o de cirugía remota permiten realizar operaciones a distancia: un cirgujano puede operar a un paciente situado a 6000 kilómetros de distancia controlando un robot con brazos articulados provistos con el instrumental necesario.
Este fue el caso de la primera intervención médica utilizando telecirugía, en la que un cirujano de Nueva York extirpó la vesícula biliar a paciente situado en Francia.
Sin embargo, según se publica en MIT Technology Review, un equipo de expertos en seguridad fue capaz de interferir en el control de uno de estos robots, poniendo en cuestión la seguridad de la telecirugía,
El equipo llevó a cabo tres tipos de ataques. El primero interfería los comandos que enviaba el cirujano, cancelándolos, retardando su envío o alterando las órdenes que llegaban al robot, hasta que los movimientos del éste se volvieron erróneos y difíciles de controlar.
En el segundo ataque modificaron los valores de las órdenes. Por ejemplo, cuánto debía de moverse el brazo o en qué grado debía girar.
Con último tipo de ataque los expertos tomaron el control completo del robot, algo que resultó relativamente fácil ya que el Protocolo de Telecirugía está disponible públicamente.
Por si fuera poco la conexión de vídeo utilizada por el cirujano «se distribuyó públicamente, de modo que cualquier persona podía ver la operación en tiempo real».
Obviamente, estas pruebas de seguridad no se hicieron durante una operación real.
El artículo completo se puede leer en Security Experts Hack Teleoperated Surgical Robot.