Los empleados de seguridad y aduanas de los aeropuertos tienen el poder de abrir las maletas una vez dentro de las zonas de seguridad para comprobar que no haya nada raro en su interior, aún sin estar en presencia de sus dueños. Todo el mundo sabe que en más de una ocasión al hacerlo pueden «desaparecer» ciertas pertenencias cuando llegan al destino – especialmente si se viaja a países donde los controles no son muy rigurosos.
Los pasajeros acostumbran a cerrar las maletas con llaves y candados de todo tipo, que aunque pueden suponer cierta seguridad en realidad no son nada para quienes conocen el truco para abrirlas. Y nada es nada: en las maletas de cremallera, las más comunes, basta un bolígrafo normal y corriente para abrirlas. Lo más curioso: luego se pueden volver a dejar perfectamente cerradas sin que se aprecie nada raro.
El autor del vídeo lo demuestra en unos segundos y recomienda usar maletas rígidas e incluso unas maletas-baúles especiales a las que se pueden poner enormes candados. Eso no puede abrirlo nadie: y si necesitan hacerlo por seguridad o en las aduanas basta que se lo pidan al legítimo dueño, quien puede abrirlo con la llave en su presencia.
El vídeo es del año pasado y circula ahora de nuevo por ahí; como es de tan solo tres minutos no está mal mirarlo un poco para alucinar.