El Heat Map o mapa de actividad de la zona de la Base Naval de Rota, en Cádiz
(Adivina dónde están las pistas de atletismo)
El mapa con fotos aéreas / satélite de Google de la misma zona
La red social de deportistas Strava hizo pública una actualización de su Heat Map, un mapa creado a partir de 13.000 millones de puntos GPS (que corresponden a unos 27.000 millones de km recorridos) resumiendo de forma visual la actividad de sus usuarios cuando hacen deporte en cualquier lugar del mundo. Pero al examinar los datos hay quien se ha dado cuenta de que resulta relativamente fácil usar ese mapa para localizar bases militares secretas simplemente porque quienes trabajan allí llevan sus smartwatches y pulseras de actividad (como Fitbit) todo el día y comparten sus datos periódicamente con la «comunidad».
Analistas y usuarios se han entretenido en examinar algunas zonas del globo, especialmente las más remotas, en busca de actividad humana. La idea es, digamos, que si en una lejana montaña de Afganistán aparece un recorrido claramente marcado con actividad inusual –más actividad se ve más brillante– no es difícil asumir que allí hay una o varias personas realizando actividades físicas y ejercicio, por ejempo dando vueltas a una pista o circuito o en una piscina.
En España he echado un vistazo y ciertamente algunas zonas aparecen con trazas de esa actividad – aunque no sería difícil adivinarlas también por otros mapas públicos. Dos de ellas son la Base Naval de Rota (Cádiz) o la Base Aérea de Torrejón – que curiosamente aparece difuminada en los mapas de Apple pero no en las imágenes de Google. El centro del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) en la salida de la A-6, curiosamente, carece de mucha actividad – y eso que en uno de los edificios del complejo hay un gimnasio.
Un artículo de The Daily Beast cuenta cómo los aficionados han detectado por ejemplo un centro de mando de misiles de Taiwán y presencia norteamericana (dan por supuesto que la mayor parte de los usuarios son americanos u occidentales) en Níger, Siria, Yemen o Turquía. Entre otras cosas ha localizado bases, edificios «secretos» y con «puestos de control de acceso» donde supuestamente no debería haberlos.
Aunque Strava permite a los usuarios desactivar la publicación de los datos (pero por defecto son públicos, algo que resulta muy relevante) e incluso guardar sólo actividades «privadas» (que no se comparten) o marcar una zona del mapa más allá de la cual no se registren los datos muchos simplemente lo comparten todo..
Parte de este «problema» ha existido desde que existen los mapas con fotos aéreas y de satélite (el simple análisis de las imágenes también revela muchas cosas, de ahí que algunos mapas tengan zonas borrosas o «en negro») pero contar con más información permite no solo saber lo que existe físicamente sino también dónde hay actividad humana a lo largo del tiempo, algo más relevante todavía.