Soheil Rezayazdi publicó una divertidísima de Preguntas de seguridad satírico-nihilistas que como decían por ahí eran irónicamente más seguras que las que normalmente se preguntan (el nombre del perro, del colegio, modelo de tu primer coche…) Atención:
- ¿Cuál es el nombre de tu hijo «menos favorito»?
- ¿En qué año abandonaste tus sueños?
- ¿Cuál es el apellido de soltera de la amante de tu padre?
- ¿A qué edad se escapó tu mascota de la infancia?
- ¿Cuál fue el trabajo de becario con el que más disfrutaste?
- ¿Cuál es el nuevo apellido de soltera de tu ex mujer?
- ¿Cuál es el nombre de tu serie de televisión cancelada favorita?
- ¿Cuál era el nombre de la primera persona que te dio calabazas? (…)
En cierto modo estas preguntas pudieran parecer más seguras que las típicas: al ser más (ejem) «personales» es más improbable que las respuestas estén publicadas en algún lugar de Internet, se puedan asociar contigo o alguien pudiera llegar a adivinarlas. Pero por otro lado no dejan de ser «preguntas adicionales» y en la cadena de seguridad son otro eslabón débil que puede facilitar la entrada a alguien dispuesto a «robarte una cuenta».
Los expertos recomiendan simplemente no usar esta función de la «pregunta de seguridad para recuperar la contraseña» en los diferentes servicios. Y en caso de que sea obligatorio usarla, simplemente basta escribir cualquier texto al azar: dado que los diferentes servicios ya tienen tu buzón de correo es más seguro usar la opción «olvidé la contraseña» y esperar a recibir un enlace para cambiarla por una nueva.
Y es que por fortuna cada vez hay más formas ingeniosas de garantizar una mejor seguridad sin tener que recurrir al viejo sistema de las preguntas o los propios textos de contraseñas.