Ars Technica da cuenta del trabajo de unos investigadores que han desarrollado un método efectivo al 99% para identificar a un usuario que navega por la web aunque utilice diferentes navegadores en un mismo ordenador.
Esto normalmente se hace a través de cookies, pero una forma sencilla y conocida de evitar ser «reconocido» por los sitios web que se visitan es simplemente usar otro navegador (por ejemplo Firefox, Opera o Edge en vez de Chrome) en la misma máquina. Las cookies no se comparten de una aplicación a otra.
Pero esta técnica evita usar ese truqui: lo que hace es aprovechar la información relativa al hardware del equipo y los propios navegadores sobre hora, plataforma, tamaño de la pantalla, tipografías, etcétera) – además de las clásicas cookies, las supercookies y las cookies eternas– para calcular cuán probable es que cierto visitante sea el mismo que otro, aunque los navegadores sean diferentes. La fiabilidad es muy alta.
Es similar a aquello que ya nos descubrió Panopticlick hace años: que es muy fácil identificar a un navegador determinado porque no hay dos iguales. (Prepárate a temblar y sentirte desnudo si lo visitas.)
Los detalles del trabajo están aquí: (Cross-)Browser Fingerprinting via OS and Hardware Level Features.
Esta técnica tiene diversas consecuencias para la privacidad, seguridad y funcionalidad de los sitios web, porque como siempre todo depende de cómo se use. La primera impresión es que sin duda se empleará más para el mal que para el bien y es casi seguro que surjan contramedidas en forma de plugins y otras técnicas y escaramuzas, del mismo modo que en su día surgieron los «modos anónimos», el Do not Track y similares.