Dicen en el periódico que 20 millones de clientes de móviles prepago deben identificarse o perderán su número, lo cual es como un déjà vu de hace más de cuatro años, cuando se auguraba en 2003 el fin de las tarjetas prepago anónimas del que no se volvió a saber nada más.
El artículo menciona una frase clásica «la ley, pensada para perseguir delitos de terrorismo o crimen organizado…» que demuestra la ignorancia de quien intenta cambiar con leyes cuestiones técnicas, como el hecho de que el «anonimato en Internet» es y será siempre posible, a pesar de que a veces por desgracia de lugar a todo tipo de abusos.
Existiendo los cibercafés, locutorios, redes Wi-Fi abiertas y sistemas de telefonía por Internet, por no hablar de otros países en que se puedan comprar (o clonar, o robar) teléfonos móviles sin identificación, la medida se antoja tan absurda como ineficiente.
(Vía Reflexiones e irreflexiones.)
Actualización: La Ley en cuestión ha sido aprobada. Anotaciones interesantes al respecto: