Twitter está sumido en el caos. Con la llegada de Elon Musk han sido fulminados de la compañía miles de empleados de todos los departamentos, una sangría importante que de un modo u otro pasará factura. Quienes hayan seguido la evolución de los acontecimientos desde la barrera, con el cubo de palomitas, han presenciado de todo: despidos en directo (por Twitter), lanzamiento de nuevos servicios (la famosa verificación por 8 dólares en el famoso Twitter Blue), la retirada de esos mismos servicios en cuestión de horas, cambios de criterio en las normas (como con las «cuentas parodia», que ahora son roja directa), dimisiones sonadas, más despidos fulminantes, despidos de contratistas externos (especialmente, moderadores) y cambios en la trastienda de alto riesgo y dudosa efectividad.
Lo más reciente es que después de obligar a todo el mundo a trabajar en la oficina ayer se cerró todo acceso físico a las oficinas. Además, los cambios en el código fuente del servicio los debe aprobar Musk en persona uno por uno y hasta se temen sabotajes. En la red están rulando tags como #RIPTwitter y #TwitterMigration que no auguran nada bueno.
La situación es tal que ya se ha bromeado hasta con la prueba de la lechuga; exempleados e ingenieros externos temen un colapso de la plataforma ya sea repentino o por la erosión de los bugs o los cambios acometidos.
Ante esa situación el sentido común sugiere tomar algunas precauciones, como son:
- Hacer una copia de seguridad de lo que tengas publicado en Twitter, no va a ser que desaparezca.
- Eliminar lo que no necesites, especialmente los mensajes directos.
- Abrirte una cuenta alternativa en otro sitio.
Hacer una copia de seguridad de todo tu Twitter
Por suerte Twitter ofrece una opción para descargarse toda la información de una cuenta, y además funciona bastante bien (hasta hoy al menos). Basta solicitarlo a través del menú principal en Twitter > Más opciones > Configuración y soporte > Configuración y privacidad > Tu cuenta > Descargar un archivo con tus datos.
Para completar este pedido de información hay que introducir la contraseña de la cuenta, y verificar mediante correo o SMS la petición con un código de seguridad. [Nota: actualmente hacerlo con el teléfono móvil por SMS funciona sólo a veces, así que puede ser necesario recurrir al correo asociado a la cuenta como alternativa.] El resultado se recibe pasadas 24 horas, y es un archivo .ZIP que al descomprimirlo se puede abrir con el navegador, e incluye:
- Todos los tuits, imágenes y vídeos publicados
- Todas las respuestas, retuits, y listas
- Todos los mensajes directos
- Información sobre personalización y anuncios (curioso)
- Otros resúmenes y estadísticas
Lo que no están incluidos son las listas de seguidores, las cuentas a las que sigues o las cuentas bloqueadas. Esto sólo está disponible en el Twitter «en vivo» y no se puede descargar. Existen alternativas para quien necesite hacer esto, como ListFollowers.com y similares (no lo he probado y no sé qué tipo de límites hay, la verdad).
Eliminar lo que no sea necesario
Otra recomendación que ha circulado y tiene sentido es la de eliminar los mensajes directos (DMs) que no se necesiten. Con eso se pueden evitar problemas si el servicio es crackeado, saboteado o de repente un bug permite a cualquiera acceder a las cuentas, lo que daría mal rollito.
Esto es especialmente importante para evitar la fuga de datos y el phishing. Si por ejemplo has mantenido una conversación con tu banco, tu compañía telefónica o alguna otra empresa por el estilo –típico de quejas, consultas rápidas o por problemas con las apps– quizá hayas dado el número de teléfono, DNI o una cuenta de banco para resolver un problema (asumiendo como hasta ahora que hacerlo por DM era «seguro»). Esa información puede ser muy útil para un atacante, que puede intentar engañar usando esos mismos datos haciéndose pasar por esas entidades u otras.
La propia información acerca de con quién te has comunicado puede proporcionar muchas pistas si alguien se pone a indagar sobre ti (manual o automáticamente): quizá encuentre contactos de tu trabajo, o tu familia, a los que con toda esa información se pueda engañar mediante ingeniería social para obtener más datos sobre ti y luego lanzarte un ataque de phishing (me hace gracia que en este caso se conoce como spear phishing).
¡Ah! Y, obviamente, nada de usar la misma contraseña en Twitter que en otros sitios. Cámbiala.
Alternativas a Twitter
Aunque alternativas a Twitter hay muchas, no hay nada como el original y será muy difícil que alguna otra red social, o similar, pueda romper el doble efecto red que requiere una transición de este tipo: (1) hacer que tu red de amigos/conocidos/cuentas interesantes deje de estar en donde está (Twitter) y (2) que todas esas cuentas pasen a estar disponibles en otra nueva red tan bien conectadas como están ahora.
En cualquier caso, la que está popularizándose con más velocidad y beneficiándose de este caos es sin duda Mastodon, que es muy parecida a Twitter en look pero no tanto en cuanto a funcionamiento y configuración. Para empezar es una red social distribuida en diversos servidores (generalmente temáticos) aunque en la práctica puedes crearte una cuenta en cualquiera de ellos. Idealmente funciona como una «Federación», de modo que puedes seguir a cualquier cuenta de (casi) cualquier servidor, y como ahora mismo algunos tienen cerradas la creación de cuentas (por exceso de peticiones) tienes que encontrar un servidor que acepte nuevas altas (y tenga tu @cuenta favorita libre).
Las cuentas en Mastodon tienen doble arroba, son algo así como:
donde la primera parte es la cuenta y la segunda es el servidor. (Sí: nosotros llevamos unos días haciendo pruebas y publicando tanto en Mastodon como en Twitter por si acaso.)
Quizá la forma más simple de entender cómo funciona Mastodon es pensar en que cada usuario crea una cuenta en un blog (y hay muchos sitios que hospedan blogs, agrupados por intereses) y luego te puedes suscribir a los feeds RSS de cualquier otro usuario de la red, esté donde esté. El resto es bastante parecido, la app de Mastodon [Android, iOS] funciona bastante bien y hay otros lectores alternativos.
En fin, esta es la situación; no se ha producido el hundimiento de la plataforma pero actualmente parece ir más a la deriva que navegando con buen rumbo. Para las cuentas con contenidos históricos, delicados o «corporativos» quizá sea interesante seguir estos consejos. Puede que no pase nada o puede que Twitter acabe como el Titanic, reposando en el fondo de algún datacenter oscuro y lúgubre. Por si acaso, ¡que no te pillen sin haberlo previsto!
Bonus:
- Fedifinder (es fiable, doy fe) sirve para conectar la cuenta de Twitter, ver a quienes sigues y traspasar esos usuarios a sus equivalentes (si existen) en Mastodon. Funciona bien, pero de momento sólo el ~5% de las cuentas parecen haberse movido (y muchas no tienen actividad o nunca se trasladarán).
- Las cuentas verificadas (especialmente las corporativas) encontrarán útil Fedified, que es una especie de verificador extra que mantiene un listado de cuentas de Mastodon que tienen equivalente en una cuenta de Twitter verificada. Basta seguir el paso-a-paso para asegurarse que en caso de problemas la cuenta de Mastodon es de quien dice que es. (Para las cuentas no-verificadas por Twitter no sirve.)
Otras lecturas interesantes de gente que sabe de esto:
- Sobre la muerte de Twitter por Enrique Dans
- It’s not a bug, it’s a mastodon por JL Orihuela
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