Este circuito electrónico se puede disolver de forma segura aplicando una pequeña cantidad de líquido. Está construido en una capa muy fina de silicio y magnesio, dos elementos presentes en la naturaleza y en el cuerpo humano. De modo que es biológicamente compatible —puede utilizarse para implantes en personas— y se descompone de forma natural en el medio ambiente.
En realidad su desarrollo es parte de un programa militar de Darpa que busca conseguir aparatos electrónicos que puedan disolverse o destruirse, desaparecer, de manera controlada cuando sea necesario, al recibir una señal de activación. Por ejemplo, si cae en manos del enemigo.
En Wired, Suicidal Sensors: Darpa Wants Next-Gen Spy Hardware to Literally Dissolve.