Mide unos 80 centímetros de diámetro, pesa 350 gramos y puede acelerar de 0 a 60 kilómetros por hora en un breve instante. Emplea un avanzado juego de giroscopios para conseguir estabilidad, lleva una pequeña cámara de vídeo y es de bajo coste: se puede construir uno por unos mil euros, más o menos.
Ha sido desarrollado por el Ministerio de Defensa japonés; en realidad estaban intentando conseguir un avión de despegue vertical pero con los problemas de aterrizaje probaron a hacer algo esférico que pudiera rodar, y les salió esto.
En nombres tampoco se han gastado mucho; su nombre es simplemente máquina voladora esférica.
Desde luego como juguete si fuera más barato se vendería como rosquillas: el problema de los helicópteros y avioncitos es que suelen romperse a los cinco minutos causando una frustración tremenda; este en cambio parece bastante resistente.
(Vía Mashable.)
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