Por Nacho Palou — 2 de enero de 2013
Regular nada más.
La música está muestreada a 11 kHz y las impresoras 3D todavía tienen una resolución más bien baja, unos 600 dpi en este caso, resultando muy inferior a la "resolución" de un disco de vinilo convencional.
Diría que suena peor que este disco de música hecho de hielo, aunque al menos no te pondrá el tocadiscos perdido de agua.
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