Tal y como cuentan en la revista Spectrum del IEEE, investigadores de la Universidad de Tokyo han desarrollado este sistema de escaneado rápido libros, donde basta hojear las páginas para que el sistema de reconocimiento óptico entre en acción.
La cámara tiene una resolución de 1280 × 1024 píxeles y funciona a 500 fotogramas por segundo, mucho más rápido de lo habitual: el truco es que un láser examina la escena y calcula las distancias en 3-D; entonces un software especial reconstruye la curvatura de la página para obtener la versión «plana» de lo que se está captando, sobre la que aplicar el reconocimiento de caracteres.
El trasto es muy grande y no demasiado cómodo, pero dicen que al paso al que avanza la miniaturación no sería imposible que dentro de un tiempo baste ojear las páginas delante del teléfono móvil para que lea los textos.
La velocidad de escaneo que alcanza es de 200 páginas por minuto, toda una auténtica proeza: una persona puede hacerlo a mano sólo a unas 5-8 páginas por minuto y hace un par de años nos asombrábamos porque había inventos para escanear libros a 25 páginas por minuto. La técnica de estos investigadors multiplica por diez esa velocidad, sentando un nuevo récord en la importante tarea del escaneado de libros.