Por Nacho Palou — 8 de julio de 2016

No se trata del primera avión eléctrico ni mucho menos. Se trata, «posiblemente», del primero avión deportivo de alto rendimiento y de altas prestaciones totalmente eléctrico. «Una tecnología para demostrar lo que la propulsión eléctrica puede hacer por la aeronáutica.»

El avión que aparece en el vídeo es un modelo a escala que no está capacitado para volar. La versión funcional resultante sería un aparato equivalente a los utilizados en vuelos acrobáticos y de competición, capaz de superar los 480 km/h.

A partir del minuto 12, Chris Turner de Electroflight explica el planteamiento aplicado a los motores eléctricos del aparato. El propulsor es de tipo hélices contrarotatorias, utilizando para ellos dos pequeños pero poderosos motores eléctricos — en otro ejemplo de propulsión eléctrica distribuida en aviones, sobre todo por la simpleza del propulsor resultante.

A partir del minuto 15 del vídeo hay una pequeña demostración del poder del propulsor eléctrico que, a pesar de su tamaño reducido, a escala, es capaz de producir un desplazamiento de aire considerable.

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