Por @Alvy — 20 de junio de 2014

Si hubieran existido los blogs que leemos hoy en día a mediados de los 70 este sería un ejemplo de «batalla épica» del mundo de la electrónica de consumo: los reproductores y cintas de vídeo Beta frente a las VHS. En esta ocasión es Bill Hammack «the EngineerGuy» quien explica su versión de forma clara y sencilla:

Aunque técnicamente superior en algunos aspectos como la calidad de imagen, el Beta de Sony –que incluso llegó antes al mercado, en 1976– acabó sucumbiendo ante el VHS de JVC quien licenció su tecnología a otros fabricantes. No te creas todo lo que leas por ahí: el Beta no murió porque se editaran más películas porno en VHS que en Beta ni el VHS ganó la batalla solo por ser un formato «abierto» frente al Beta que era casi exclusivo de Sony.

Según EngineerGuy esto demuestra unas cuantas cosas, como por ejemplo que no siempre lo que es técnicamente mejor gana las batallas, dado que para mucha gente basta que algo sea «suficientemente bueno» (tenemos otro ejemplo: el MP3). Y también que ser el primero en llegar no es garantía de nada, puesto que puede haber otros factores más importantes que compensen a los que llegan más tarde a cierto mercado.

El resumen de la historia según explica es que en su opinión JVC ganó la batalla por algunos detalles como que las cintas tenían mayor duración pero sobre todo porque triunfaron en los videoclubes. Establecer un buen ecosistema entre los fabricantes, las distribuidores y las tiendas fue una gran estrategia que hizo que las tiendas comenzaran a darle más y más espacio al VHS, que entró de ese modo en una especie de «círculo virtuoso» que le llevó a prevalecer.

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