Por @Alvy — 12 de mayo de 2014
Rápidos. Precisos. Y ahora saben atrapar objetos al vuelo.
Simplemente acongoja.
Se trata de un brazo robótico desarrollado por investigadores de la École polytechnique fédérale de Lausanne (Suiza). Una de sus características más peculiares es que no tiene algoritmos programados para atrapar los objetos, sino que ha de pasar por una fase de entrenamiento donde sus creadores lo guían respecto a la forma en la que debe moverse para atrapar cada objeto.
A diferencia de los infantilmente amables encuadraremos a este bisho en la categoría de los robots peligrosos a los que mejor no cabrear.