Por @Wicho — 12 de febrero de 2015

El Big Wind, el Gran Viento, tiene su origen en un invento checo para descontaminar tanques en el evento de un eventual conflicto en el que se utilizaran armas nucleares, bacteriológicas, químicas, o cualquier combinación de las tres, aunque al final ha encontrado un uso civil más pacífico y se usa para apagar grandes incendios.

Consta del chasis de un tanque T-34 sobre el que hay montados dos motores de Mig-21.

Se acerca el Big Wind al fuego, se apuntan los motores hacia él, se ponen en marcha, se inyecta agua en el chorro de aire que sale, y el espray de agua fría a enorme velocidad se encarga del resto.

Lo sorprendente es que no lo hayan inventado antes en la Rusia soviética.

(@yeslev vía RT de @Retiario).

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar