Por @Wicho — 13 de enero de 2011

Desde la fábrica de obleas situada en Utah, en los Estados Unidos, hasta la planta de ensamblado final en Asia, con este vídeo no podrás fabricarte tus propias tarjetas de memoria, pero te puedes hacer una idea del trabajo que dan.

Yo, por ejemplo, no tenía ni idea de que se tarda un mes en fabricar los chips que van dentro de ellas, y me ha sorprendido la cantidad de trabajo manual que implica tanto el ensamblado de tarjetas y pinchos USB como las pruebas que se les hacen a posteriori, y su embalado final.

(Vía Dpreview).

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