Aunque existen sensores de golpes o deceleraciones para paquetes (normalmente mecánicos, con en una membrana que se rompe con determinada fuerza) el sensor DropTag es su pariente más chulo: notifica en el móvil cuándo un paquete ha recibido un golpe y además muetra información sobre la fuerza o la intensidad, tal y como se puede ver en la demostración del vídeo.
Se puede acceder a la información almacenada por el sensor de forma remota durante el tránsito del paquete y directamente con el teléfono móvil por Bluetooth al recibirlo, con lo que el destinatario puede decidir no aceptarlo si los datos indican que el contenido puede estar dañado.