Por Nacho Palou — 10 de mayo de 2013

En mis tiempos de estudiante las placas de circuitos impresos se hacían con adhesivos o rotulador Edding y baños de ácido, así que The Othermill es otro clavo en el ataúd de mi juventud: es una pequeña fresadora doméstica, de escritorio, que hace circuitos impresos (entre otras florituras) directamente sobre la placa, con rapidez y con gran precisión siguiendo el diseño dibujado en el ordenador.

En combinación con una impresora 3D permitiría hacer protitpos y artículos electrónicos sin levantarse de la silla. Literalmente.

Vía Gizmodo.

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