Utilizando el proceso de impresión en 3D conocido como Direct Metal Laser Melting, que sirve para fabricar piezas depositando finas capas de partículas, en este caso metálicas, que se unen entre si usando un láser, General Electric ha creado la mayor parte de las piezas para un motor a reacción a escala, tal y como se puede leer en These Engineers 3D Printed a Mini Jet Engine, Then Took it to 33,000 RPM.
Se trata de un modelo simplificado, para nada comparable a la complejidad del motor de un avión comercial, pero su idea era probar que se puede hacer.
En lugar de ir recortando piezas más grandes quitándoles lo que les sobra para hacer la pieza este método permite ir construyéndola por capas, con lo que se produce menos material de desecho y la forma de las piezas puede ser más precisa y ajustada a lo que se necesita, haciéndolas a la vez más ligeras y resistentes.
Este motor es una demostración con quizás no demasiado uso práctico, pero GE ya ha conseguido que la Autoridad Federal de Aviación de los Estados Unidos apruebe la primera pieza impresa en 3D para montar en el motor de un avión comercial, en concreto el alojamiento del sensor de temperatura de entrada del compresor de un motor General Electric GE90-94B.
Y está pendiente de recibir esa autorización para los inyectores para los motores LEAP que usará el futuro Boeing 777X.
(Vía @Juanpi).
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