Una breve grabación de audio, de apenas diez segundos, de la canción “Au Clair de la Lune” recientemete hallada en París, se ha convertido en la grabación de audio más antigua que se conoce: según los investigadores fue realizada en 1860 utilizando un fonoautógrafo.
El fonoautógrafo de [Eduard-Leon Scott] Martinville era simplemente una curiosidad científica: desde luego que “grababa” el sonido, ¡pero no había manera de volver a escucharlo después! Se utilizaba, eso sí, para comparar sonidos diferentes de una manera más rigurosa que simplemente escuchándolos, al comparar las gráficas que producían en el fonoautógrafo.
Esta grabación, que ahora ha podido ser reproducida, quitaría el puesto de honor como grabación más antigua a la de Mary Had a Little Lamb, tomada por Thomas Edison en 1927. Aunque irónicamente el propósito de Martinville “era el de ‘escribir palabras’, no escucharlas, y consideraba que Edison cometió un error al diseñar un equipo que podía reproducir el sonido grabado” cuentan en el artículo La grabación más antigua del mundo, donde se puede escuchar (lo que se supone es) un framento de la canción.
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