Cuando hablo de los orígenes de esa afición mía –y de muchas más personas, ojo– por el planespotting siempre menciono al Cuerpo Real de Observadores que durante la Segunda Guerra Mundial actuó en el Reino Unido para detectar de oído y de ojo la aproximación de aviones enemigos. Pero lo que no sabía hasta hoy es que en los Países Bajos hubo un cuerpo similar que operó durante la Guerra Fría desde edificios y lugares altos y desde unas torres de hormigón construidas a propósito para ello, las luchtwachttoren. El enlace está en neerlandés pero Chrome o DeepL te lo traducen sin problema.
La idea era que voluntarios del Cuerpo de Vigilancia Aérea (KLD) detectaran aviones enemigos volando a baja altura, por debajo de la cobertura del radar, y que informaran de ello a las fuerzas armadas del país. De hecho el servicio formaba parte del Comando de Defensa Aérea de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.
Para ello se colocaban en puesto situados en molinos u otros edificios altos –cabe recordar que los Países Bajos apenas tienen ningún lugar elevado– o bien en las ya citadas luchtwachttoren, construidas a tal efecto. En total llegó a haber 276 puestos de observación, la mitad de ellos en estas torres.
Se construían a partir de unos módulos de hormigón prefabricados que se unían con pernos para dar a cada torre la altura necesaria en incrementos de 1,14 metros, que era la altura de tres módulos. Como una especie de Lego pero a lo bestia. Así, las hubo desde cuatro hasta 32,5 metros de altura.
En la parte alta montaban una plataforma de 3×3 metros en la que se situaba un pequeño refugio para los dos observadores y en cuya parte central había montados unos prismáticos y una mira colocados sobre un plano de la zona convenientemente orientado según los puntos cardinales.
Luchtwachtters en acción
La idea era que los observadores localizaran de oído los aviones y que con los prismáticos pudieran luego identificar el tipo de avión. El plano les permitía saber por dónde andaban. Las torres operaban de tres en tres –a veces de cuatro en cuatro– para triangular la posición de los aviones.
Empezaron a ser construidas en otoño de 1951 y la última fue completada a finales de la década. Pero con el tiempo los avances en la tecnología de radar y la aparición de los aviones a reacción las habían vuelto obsoletas, así que en 1968 el KLD fue disuelto y las torres dejaron de ser utilizadas.
De hecho sólo se sabe de una ocasión en la que detectaran algo cuando en 1958, la torre de Linne, cerca de Montfort, avistó un avión que había participado en un festival aéreo en Francia y se había desviado deliberadamente de su curso en su camino de regreso a la Unión Soviética para fotografiar una parte de la zona fronteriza.
Hoy en día quedan 17 de ellas, junto con otras dos más construidas en ladrillo. Algunas de ellas tienen estatus de monumento protegido. Y hay incluso algunas, como por ejemplo la Luchtwachttoren 701 del vídeo de arriba, situada en Warfhuizen, que han sido restauradas a su estado original. La 7X3, en Hees, está siendo restaurada.
Planespotting y brutalismo en el mismo paquete, ¡qué más se puede pedir!
Las descubrí en una publicación de Matt Steinglas en Bluesky gracias a la etiqueta #brutalism.