Por @Alvy — 22 de marzo de 2016

Ayer Apple presentó teléfonos, tabletas, sistema… lo de siempre. Pero algo que pasó ligeramente desapercibido fue Liam, un robot que han diseñado específicamente para reciclar los componentes de los iPhone.

Aunque un brazo robótico no necesita de la delicadeza de Liam (y pocos la tendrán tan afinada, incluso los que montan en vez de desmotar) este chisme hace que liquidar un iPhone parezca una coreografía: tras colocar el iPhone en un molde especial sus «dedos» pueden asirlo para extraer las diversas piezas: pantalla, tornillos, receptáculos de tarjetas SIM…

El resultado son montones de piezas idénticas que pueden luego reciclarse convenientemente según el material de que estén compuestas.

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