De momento es sólo una patente de muchas, lo que significa que puede no llegar a tener aplicación práctica nunca o puede utilizarse para el bien. Pero la idea en sí resulta bastante... hmmm..., ¿orwelliana?
La patente de Apple describe un mecanismo para cambiar de forma remota uno o más aspectos en el funcionamiento de uno o varios dispositivos inalámbricos —como teléfonos móviles— bajo ciertas circunstancias, en determinadas zona o áreas geográficas.
Esto permitiría, en teoría,
Forzar que el teléfono se ponga en silencio en un cine o a que esté desconectado dentro de la escuela. O que ciertos componentes se pongan en reposo cuando se entra en zonas restringidas.
Una posibilidad de esto último sería desactivar la cámara del móvil según la ubicación —donde no se permita hacer fotos— o según las circunstancias del momento. Por ejemplo, anulando las cámaras de los teléfonos móviles «en lugares donde se estén produciendo altercados o protestas».
Vía PetaPixel, AppleInsider.