Igual que existen museos para los juguetes, los alambres o los inodoros, el tiempo ha querido que a Ben Wood se le ocurriera fundar el Museo de los teléfonos móviles. Allí más de 2.000 terminales muestran la evolución de estos gadgets en las últimas décadas. Por desgracia en estos tiempos de Covid no han podido organizar exposiciones presenciales, pero la idea es que pueda ir haciendo las rondas por distintos lugares para llegar a todo el mundo, incluyendo colegios y otros espacios tecnológicos tradicionales.
Ya solamente mirar el catálogo completo es una maravilla, con modelos de marcas conocidas, especialmente muchos Nokia, Ericsson, Morotola y Sony. Hay Blackberries y Palms, modelos de NEC, LG y Panasonic e infinidad de otras marcas totalmente desconocidas: Xelibri, Dancall, KDDI… También están organizados por colecciones: los superventas, los primeros modelos de cada marca, los «teléfonos de James Bond» y cosas así.
También tienen una página dedicada a los más buscados: modelos de marcas desconocidas (o no tanto) que por alguna razón resultan especiales, ya sea por tratarse de ediciones limitadas, versiones que no tuvieron mucho éxito o porque estuvieron muy poco tiempo en el mercado. El museo admite donaciones y tiene una lista de donantes como agradecimiento.
Hay más información sobre todo lo que hacen en su blog y en su cuenta de Twitter, @Phone_Museum.
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