Por @Alvy — 13 de noviembre de 2015

Robot Topio 3

Una vez que un robot cometa un error, ningún otro robot, incluyendo aquellos que todavía no hayan nacido, volverá a cometerlo

– Sebastian Thrun
Udacity
Profesor e ingeniero, Stanford

En el futuro los robots, androides y artefactos autónomos no tropezarán nunca con la misma piedra: bastará con que su aprendizaje sea compartido, de modo que toda una generación de máquinas mejorará con la experiencia de cada uno de sus individuos.

Uno ejemplo claro son los coches autónomos: Tesla ya está preparando la actualización del piloto automático de sus coches, de modo que toda la información que han recopilado en estas semanas quedará compartida globalmente. Google ya explicó que sus coches autónomos mapean el entorno y suben lo aprendido a un servidor central; la misma idea es algo común entre otros fabricantes. Y, como dice Sebastian Thrun, los robots nuevos nacerán ya «resabiados».

La idea es tan interesante como profunda: puede que algún robot o artefacto falle una vez (por ejemplo, un sistema de frenado), pero una vez que esto suceda y sea analizado y corregido nunca más volverá a suceder. Será como si una máquina que juega al ajedrez anotara la jugada clave que le hizo perder la partida y automáticamente todas las máquinas del planeta evitaran ese potencial «trampa mortal» a partir de ese instante.

Poco a poco, pero a un ritmo que se puede adivinar como bastante ágil –por no hablar de casi en tiempo real– se eliminarán los bugs, problemas e incluso los dilemas que la inteligencia artificial y los robots que hagan uso de ella provocarán en su convivencia con nosotros.

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