Por @Alvy — 28 de diciembre de 2012

Si parecía que esto de la impresión 3-D se nos estaba empezando a ir de las manos con todo tipo de posibilidades más allá de lo razonable, las impresoras 3-D de gran formato parecen confirmarlo.

Entre alguno de los objetos de demostración hechos con esta impresora Objet1000 porque se puede, he aquí una gigantesca llave inglesa de más de un metro de longitud – toda una demo de «objetos ridículamente grandes», como dicen en Popular Science. Entre las aplicaciones reales: cuadros de bicicleta, piezas para automóviles y similares, a tamaño real.

Aunque la idea sea divertidísima, barata no sale: la impresora en cuestión cuesta unos 800.000 euros a día de hoy… Pero bueno, ya bajarán de precio.

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