Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente.
Las pantallas táctiles capacitivas —las que funcionan por contacto, sin necesidad de hacer presión— se basan en la propiedad del cuerpo humano para conducir la electricidad. Así, al tocar la pantalla con el dedo se produce una distorsión en el campo eléctrico de la superficie táctil que se localiza e interpreta como un punto de contacto físico.
Por ese motivo las pantallas capacitivas no responden cuando se tocan con objetos, por ejemplo un bolígrafo, o si se intentan manejar con guantes; excepto si esos objetos, o los guantes, están específicamente diseñados para emular la conductividad del cuerpo humano.
Las pantallas táctiles "multi contacto" o "multi touch" pueden detectar varios puntos de contacto simultáneos, por ejemplo diez a la vez en distintas partes de la pantalla; pero no distinguen si todos esos contactos los hace una misma persona o varias.
Esto es lo que resuelve la huella capacitiva. Aunque las propiedades eléctricas del cuerpo humano son similares entre todas las personas no son siempre exactamente iguales. Esta propiedad varía en función de la masa corporal, de la cantidad de músculo, grasa y de la densidad de los huesos. Depende incluso de la ropa o del calzado que se utiliza.
Y esa valor se puede medir individualmente y utilizar para que la pantalla reconozca el contacto de dos o más personas, explican los autores del desarrollo, de Disney Research.
Precisamente el entretenimiento y los juegos puede beneficiarse de este desarrollo, caso de los videojuegos multijugador. Antes de iniciar el juego cada jugador debe tocar la pantalla para que el sistema detecte el contacto y las particularidades de cada uno de los participantes.
A partir de ese momento el dispositivo "sabrá" cuando está tocando la pantalla el jugador A y cuando lo hace el jugador B, comparando la “huella capacitiva” de cada uno de ellos. De modo que ya no será necesaria dividir la pantalla para distintos jugadores ni "pasar el turno" en un partida.
También tiene aplicaciones prácticas para programas de trabajo en grupo, ya que puede reconocer de este modo cuando un documento o un boceto está siendo editado o modificado por una persona o por otra.
Este desarrollo sirve incluso como mecanismo de seguridad para dispositivos táctiles. Si el sistema conoce el perfil de impedancia o la huella capacitiva de su propietario podría simplemente ignorar cualquier intento de uso por parte de otra persona y no responder. O responder en función de los permisos asignados a cada usuario, por ejemplo limitando qué partes del sistema o qué opciones en pantalla pueden utilizar unas y otras. Como una contraseña de usuario que no es necesario recordar ni teclear.