El efecto triboeléctrico es aquel por el que se produce electricidad cuando dos materiales entran en contacto, y es el que investigadores del Georgia Institute of Technology están aprovechando para desarrollar vidrio capaz de producir electricidad que puede aplicarse, por ejemplo, en los parabrisas para coche.
Aunque el desarrollo de paneles solares transparentes que producen electricidad a partir de la energía solar no es nuevo, en este caso se trata es de aprovechar la lluvia y el viento que golpean los cristales de las ventanas y de los parabrisas de los coches, por ejemplo. Tal y como explican en Phys.org,
El recubrimiento consta de dos capas. Una de ellas captura energía de las gotas de lluvia que golpean el cristal, la otra capa hace lo mismo pero aprovechando el viento. Para la primera capa los investigadores han desarrollado generadores nanométricos [diminutos] que aprovechan la carga positiva que las gotas de lluvia obtienen por el rozamiento con el aire en su descenso desde las nubes hasta que golpean en el parabrisas del coche. La segunda capa consta de dos láminas de plástico cargadas que se mantienen separadas entre sí. Cuando el vehículo acelera la presión del aire junta ambas capas, creando una corriente eléctrica.
Por ahora la cantidad de electricidad producida es limitada, unos 130 milivatios por metro cuadrado de vidrio, «suficiente para mantener en carga un smartphone que permanece en reposo».
Otra característica de este parabrisas es que además de producir electricidad puede cambiar de color y oscurecerse por ejemplo cuando hay mucho solo para prevenir que el interior del vehículo —o de una vivienda— se caliente demasiado, lo que contribuye a reducir el uso del climatizador.