Por Esther — 30 de octubre de 2008

El proyecto europeo Nano2Hybrids ha desarrollado un aparato de bolsillo capaz de detectar benceno en el ambiente gracias a la nanotecnología. Ya existen sensores electrónicos capaces de detectar gases, pero no lo suficientemente pequeños ni económicos para que los apliquen las industrias ni mucho menos las estaciones de servicio.

Tipos de nanotubos de carbonoNano2Hybrids, formado por varios grupos de investigación internacionales, se basa en los nanotubos de carbono o cilindros huecos de átomos de carbono con un diámetro de entre 1 y 15 nanómetros. Una de sus propiedades características es que su conductividad varía en contacto con determinados gases. El problema es que su reactividad es bastante baja.

Este ha sido el eje de la investigación: conseguir aumentar la sensibilidad de los nanotubos. El modo , creando defectos controlados en sus paredes, mediante la adhesión de pequeñas agrupaciones de átomos, en especial, metales como el oro, la plata o el titanio, en posiciones prediseñadas y controladas.

El objetivo final es la fabricación de sensores de benceno mediante métodos físicos no contaminantes.

Eduard Llobet, coordinador del proyecto del grupo de investigación Minos, nos ha explicado: "Ya hemos determinado el tratamiento de los nanotubos y los metales que debemos usar para detectar el benceno. Ahora, estamos en fase de optimizar el sensor".

En paralelo, "se trabaja en la electrónica del equipo -lectura de la señal, procesamiento y comunicaciones wireless mientras ya hemos iniciado los trámites para patentarlo". El investigador resume: "La aplicación principal será un equipo detector portable, tan pequeño que podrá sujetarse con un clip en la ropa".

Fuente: Universidad Rovira i Virgili.

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