En PhysOrg, Pittsburgh project aims to turn world on to DC power,
Tu ordenador portátil funciona con unos pocos voltios de corriente continua que un transformador debe obtener convirtiendo la corriente alterna que sale por el enchufe. Lo mismo sucede con los televisores de alta definición, con la mayoría de los electrodomésticos, dispositivos móviles y otros aparatos de consumo y de oficina, incluyendo los centro de datos y las nuevas tecnologías usadas en iluminación.
Muy pocas cosas requieren hoy corriente alterna trifásica para funcionar y el desarrollo del mix energético, como los paneles solares, producen corriente continua que debe transformarse en alterna para incorporarla a la red eléctrica. Los coches eléctricos y los sistemas de baterías para el almacenamiento de electricidad también funcionan con corriente continua.
Pasar de una red eléctrica de corriente alterna a una red eléctrica de corriente continua pondría fin al «se ha quemado el transformador» como diagnóstico universal de los servicios técnicos.
Este cambio en el tipo de red eléctrica es el que propone un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh que no parece tener problema en aliviar sus necesidades sobre la memoria de Nikola Tesla.
Aunque hay que admitir que no está de más ir «planteando el asunto» teniendo en cuenta que el desarrollo de redes eléctricas inteligentes. Amén de que un ideal crecimiento de la producción energética local a partir de fuentes renovables —eólica, solar— disminuiría la necesidad de transportar grandes cantidades de energía a grandes distancias sin demasiados problemas y sin demasiadas pérdidas, que es, precisamente, una de las principales ventajas de la red de corriente alterna sobre la más frágil y sensible (Walt Kowalski no lo diría así) corriente continua.